viernes, 28 de septiembre de 2012

La Princesa olvidadiza.



Había una vez una princesa muy hermosa y sensible, y aunque tenía muchos pretendientes, ninguno le pidió en boda, porque ella tenía un problema, era olvidadiza.
Sin embargo, no se olvidaba de todo, apenas de una cosa, que se había enamorado el día anterior. Esto obligaba  a los chicos a tener que reconquistarla todos los días. Aun que la tarea no era difícil (porque ella se enamoraba con facilidad), todos le tenían miedo.
Finalmente apareció un pretendiente  muy determinado  y se casó con ella. Cuando hicieron cinco años de casados, el rey hizo una gran fiesta, al ver su hija feliz, radiante y más linda que nunca, le pregunto al chico.
El problema de mi hija: … bien, ¿ustedes lo están superando? ¿O ha estorbado su matrimonio?
No, mi rey, al contrario, tener que conquistarla a cada día no es un problema, es una bendición. Esa es la fuerza de nuestro matrimonio.
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil.” 1 Pedro 3:7

miércoles, 26 de septiembre de 2012

El poder de la Intercesión


 

“Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su padre.” Ap. 1:6

Nuestra condición presente no muestra con precisión lo que seremos en el futuro, pero es tan cierto como el eterno Dios. Mientras tanto, debemos hacer nuestra tarea fielmente como sacerdotes de Dios, lo cual significa que debemos interceder a favor de aquellos que necesitan al Señor Jesús y que no pueden orar por ellos mismos.
Pudiera definirse la intercesión como la oración santa, fiel, y perseverante mediante la cual un Siervo le suplica a Dios por otro u otros que necesitan la intervención de Dios. La oración de Daniel en Dn 9 es una oración intercesora, cuando ora fervientemente por la restauración de Jerusalén y por toda la nación.
Durante su ministerio aquí en el mundo, el Señor Jesús oró por las multitudes a las que vino a buscar y a salvar. El lloró por la ciudad de Jerusalén, oró por sus discípulos, tanto por cada uno en particular, como por todos ellos, incluso oró por sus enemigos mientras estaba colgado en la cruz. Un aspecto continuo del actual ministerio del Señor Jesús hoy es interceder por sus hijos delante del trono de Dios. Por esta razón, Juan lo llama de abogado, es decir, uno que defiende el caso de ellos, la intercesión de Cristo es esencial para la Salvación, sin su gracia, misericordia y ayuda transmitidas a los Siervos de Dios mediante la intercesión, se apartarán de Dios y una vez más serían esclavizados por el diablo.
El Espíritu Santo también está implicado en la intercesión. Pablo declara: “Que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”.  Rm 8:26  El Espíritu Santo por medio del espíritu humano del Siervo, intercede conforme a la voluntad de Dios. De esta manera, el Señor Jesús intercede en el cielo por su Siervo; el Espíritu Santo intercede dentro del Siervo en la tierra.
                                                                                                                       Continúa...
                                                                                                                             

jueves, 20 de septiembre de 2012

Nada a temer


"¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios." Isaías 50:10

 Las guerras espirituales son profundas y muy fuertes. Para obtener victoria sobre las mismas, es necesario, en primer lugar, la victoria sobre las emociones. El espíritu humano es la sede del Espíritu de Dios. Nuestro espíritu capta al Eterno. Por eso, la meta del diablo es llevarnos hacia la oscuridad espiritual, de modo que desesperemos. El Señor permite esas guerras para que tengamos la oportunidad de confirmar la autoridad de la victoria de Jesús:
"He aquí os doy potestad... sobre toda fuerza del enemigo." ¿Pero qué podemos hacer en la práctica, cuando nuestro espíritu es conducido en medio de una oscuridad indescriptible? Confiar en el Señor - pese a que no sintamos nada.
Si no viene respuesta de lo alto, si parece que estamos sin salida y si interiormente nos sentimos como en el fondo de un pozo, entonces debemos hacer lo que dice Isaías: "Confíe en el nombre del Señor, y apóyese en su Dios." si nos afirmamos en el Señor Jesús, asumimos la postura victoriosa de Job, quien exclamó: "Yo sé que mi redentor vive." 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...