El Mensaje del Profeta Hageo: No Abandone la Obra

 
El libro de Hageo es el segundo más pequeño de la Biblia, y el mensaje del libro tiene solamente un tema – La reconstrucción del segundo Templo.  Los sobrevivientes judíos, que sobrevivieron y regresaron de la cautividad babilónica, y retornaron a Tierra santa, tenían una misión: Reconstruir el  segundo Templo, el problema es que dieciséis años habían pasado, y la obra había sido abandonada.
La razón para el abandono de la misión en aquel momento, ha sido la misma razón para el abandono de la obra por muchos hoy en día, Muchos quieren servir  a sí mismos, “… Y cada uno de vosotros corre a su propia casa.” (Hageo 1:9).
El hambre y la escasez fueron las consecuencias de ese abandono. “Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos.”(Hageo 1:10). Simplemente el Templo caracterizaba  la vida espiritual del pueblo de Israel. Por esa y otros pasajes bíblicos llegamos a la conclusión de que el Templo era el centro de la vida religiosa del pueblo judío. Este concepto solo se ha cambiado por el Señor  Jesús, que en un dialogo  con la samaritana, dijo: que el padre busca verdaderos adoradores, y que Lo adoren en Espíritu y en verdad. (Juan 4).
Jesús mostro que el Templo de Dios hoy  día, es nuestro cuerpo, y que su santuario debe ser nuestro corazón.

El Templo Espiritual.

Ya el Apóstol Pedro nos dice que otro Templo, donde algunos fueron separados para trabajar- La iglesia. “Vosotros también, como piedras vivas, sede edificados como casa espiritual y sacerdocio Santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios, por medio de Jesucristo.” (1 Pe 2:5). Cada  cristiano es una casa espiritual, una piedra viva, día a día, deben ser cortadas y lapidadas con el fin de encajar en los planes de Dios.
El proceso de pulido a veces tarda, y es doloroso, cuando la piedra no se deja cortar entonces se echa a perder, se cae al suelo y  tornase polvo como tantas otras. Por desgracia muchos no se dejan cortar. ¿Y Usted se ha permitido que Dios le corte, que le lapide??
A menudo escuchamos la famosa frase:” Dios tiene un plan para ti.” Pero eso no coincide con la realidad, es que cada uno de nosotros somos una pieza de este proyecto de Dios, cuando el ingeniero describe el plano de construcción, cada componente es importante.  Se comprueba todo, la durabilidad, la resistencia, el precio, e incluso el peso del producto. Pero en términos de un diseño un proyecto y no de un producto en particular, los mismo sucede en la vida espiritual  que se ha construido para Dios, hay piedras que tiene un peso, que tiene contenido, pero aun así están abajo, esto no quiere decir que no son usadas, están abajo como base del proyecto. Las piedras livianas que no tienen tanto contenido, no estarían donde están, si las otras piedras, ¡no estuvieran enterradas en la base!! Muchas de estas piedras no aparecen, pero son la base de todo. Los hombres y mujeres de Dios que vinieron antes de nosotros, que sentó las bases, son anónimos, no aparecen en la tele, pero le aseguro, son parte fundamental en la Gran Casa Espiritual. Llegamos a la conclusión de que el abandono de los trabajos de segundo Templo, trajo graves consecuencias a los trabajadores debido a la negligencia, cuanto más el abandono de la construcción del Templo espiritual, que consiste piedras vivas, que son los cristianos, toda aquella sequia, era de origen espiritual, fueron provocas por el abandono de la obra. ¿Quién sabe si en su vida, la sequia de bendiciones, no se debe a su negligencia hacia las piedras vivas, por la cual  usted fue llamado a ayudar? ¿Usted  ha llevado a cabo la obra confiada en sus manos, o es de aquellos que se detienen en el Camino?
Cuando volvieron a las manos a la gran Obra de edificación, la promesa era que el señor Dios traería la riqueza de las naciones que ornamentarían aquel Templo, la gloria de la segunda casa seria mayor que la primera, la condición  para su cumplimiento era, volver las manos a la obra y no abandonarla.