lunes, 1 de octubre de 2012
El poder de la intercesión ( Parte 2).
Con frecuencia la Biblia se refiere a las oraciones intercesoras de los Siervos de Dios y registra numerosos ejemplos de oraciones poderosas. En el Antiguo Testamento, los líderes del pueblo de Dios, tales como, reyes, profetas y sacerdotes deberían dirigir la oración intercesora por la nación. Ejemplos de intercesión: Abraham ora a favor de Ismael y de Sodoma y Gomorra, David ora por un hijo, las oraciones de Job por sus hijos. En la vida de Moisés se ve un ejemplo grande del poder de la oración intercesora. En varias ocasiones él oró intensamente para que Dios cambiara su voluntad, aun cuando Dios había dicho a Moisés su plan de acción. Por ejemplo, después que los israelitas se rebelaron contra el Señor y se negaron a entrar en Canaán, Dios le dijo a Moisés que Él los destruiría y haría una nación más grande de Moisés. Entonces Moisés llevó el asunto a Dios en oración y suplicó por ellos. Al terminar su oración, Dios le dijo: “Yo lo he perdonado conforme a su dicho”. El Nuevo Testamento registra aún más ejemplos de súplicas. Los Evangelios registran cómo los padres y otras personas intercedían a Jesús en nombre de sus seres queridos. Los padres le rogaban a Jesús que sanara a sus hijos enfermos, un grupo de madre pidió a Jesús que bendijera a sus hijos, un hombre pidió que su siervo fuera sanado, ya la madre de Santiago y Juan intercedió a Jesús por ellos.
La iglesia intercedía con frecuencia por diversas personas. Por ejemplo, la iglesia de Jerusalén se reunió para orar por la liberación de Pedro de la cárcel, la iglesia de Antioquía oraba por el éxito del ministerio de Bernabé y Pablo. Santiago les ordena a los ancianos de la iglesia que oren por los enfermos y a todos los cristianos que oren “unos por los otros”, el Apóstol Pablo en muchas en muchas de sus cartas habla de sus propias oraciones por la iglesia o por personas, al mismo tiempo, con frecuencia Pablo le pide a las iglesias que ore por él, sabiendo que sólo mediante sus oraciones tendrá su ministerio su efecto a plenitud.
Una de las grandes necesidades de la iglesia de Jesús en la actualidad, es de Siervos que se involucren de manera activa en la tarea de la oración intercesora por lo que necesitan de ayuda.
Piense en esto y que Dios los bendiga
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