"Las moscas muertas hacen heder y
dar mal olor al perfume del perfumista; Así una pequeña locura, al que es
estimado como sabio y honorable." Ec. 10:1
La lección que aprendemos en este mensaje es que hay cosas pequeñas que
pueden echar a perder cosas grandes, algo insignificante puede echar a perder lo
importante.
Un buey, un caballo e incluso un perro muerto, pueden llamar la atención.
Pero ¿quién se preocupa por una mosca muerta? Las moscas muertas son las cosas
que pasan desapercibidas a nuestros ojos.
Por ejemplo:
En la fabricación de perfumes en la antigüedad, el proceso era largo, se
pasaban meses, incluso años para su creación. En el versículo citado, el
perfumista deja su esencia descansando sobre una vasija durante mucho tiempo.
Pero si no estuviera atento unas moscas pequeñas insignificantes iban a caer y
echar a perder el trabajo de meses o quizás años.
Una cosa tan pequeña puede anular el efecto del perfume, si el hombre se
descuidaba perdía todo su trabajo.
¿Qué
aprendemos de esto?
Vemos que muchos jóvenes tardan veintitrés años para ser educados, pero
en cinco minutos de conversación con una mala persona, le conduce a los vicios…,
echa a perder todos sus años de educación.
Matrimonios de veinticinco años de convivencia, que se destruyen debido a
cinco minutos de aventura.
¿Cuánto tiempo se tarda en construir una reputación?
Una chica que soñaba en casarse honradamente, que espera por años aquel
momento, echa todo a perder por causa de una simple conversación con una
persona de mala influencia.
¡El gran
peligro es que usted juegue con lo que sabe que es nocivo para su vida espiritual! El gran peligro de pensar que está todo bien,
todo bajo control, en cualquier momento puede dejar esto, o hacer aquello.
En ningún momento en la Biblia nos orienta a huir, a no ser de nuestra
vieja naturaleza. “Huye también de las
pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe y el amor y la paz, con los que
de corazón limpio invocan al Señor". 2 Tm 2:22
Obreros (as), Evangelistas, Jóvenes Siervos del Altísimo no echen a
perder años de servicio a Cristo, por pequeños errores, cosas pequeñas, que pueden
hacer con que usted pierda su salvación. Un frasco de perfume no puede cambiar
una mosca muerta, pero una mosca muerta puede cambiar el perfume. Como dijo el
Apóstol Pablo: "Un poco de
levadura leuda toda la masa". Ga 5: 9.
No hay comentarios:
Publicar un comentario