“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo, y de sabiduría, a quienes encarguemos el trabajo. Agradó la propuesta a toda la multitud, y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Procuro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquia.” Hch 6:3-5.
Estos siete hombres no fueron escogidos por los Apóstoles, se buscó hombres que tenían por lo menos tres virtudes:
· Buena reputación-
(Respetables);
· Llenos del Espíritu-
(Espirituales);
· Llenos de
sabiduría-(que fueran prácticos).
Los discípulos no tuvieron que ir
lejos en busca de estos hombres, pues había entre la multitud hombres notables,
que se destacaban de entre los demás.Esto sucede porque cuando si recibe el Espíritu Santo, la unción de Dios, es muy natural que uno quiera compartir lo que hay dentro de él. Cuando el Obrero tiene un encuentro con Dios, eso es tan grande, tan sublime, que no cabe dentro de él, entonces hay necesidad de compartir, de dividir, y distribuir lo que se recibe de Dios.
Llegamos a la conclusión de que todos estos hombres se tornaron notables entre los demás a causa de la unción que tenían, esta unción hacía con que los siete se entregasen más que los demás, y esta entrega era evidente para todos.
Observe:
Ellos no fueron escogidos para que fuesen ungidos, más bien fueron escogidos por qué eran ungidos, lo que paso fue solo un reconocimiento público de lo que ellos hacían en el anonimato. El reconocimiento no vino de parte de los apóstoles y si del pueblo.
En la vida de David paso lo mismo, fue ungido en el anonimato, en una reunión pequeña, con poco más de diez personas. Pero el reconocimiento se produjo después de unos años, ante miles de personas. Con esto aprendimos una linda lección:
Cada Obrero debe tener un altar secreto, como Jesús nos enseño, “Pero Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu padre que está en secreto. Y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará en público”. Mt 6:6. El Obrero debe presentarse a Dios, (en oración), antes de presentarse al pueblo, (para atender).
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como Obrero que no Tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. 2Tm 2:15
Antes de levantar un altar público, levante su altar en privado, es Dios quien le dará fuerzas en medio de la luchas y pruebas de la vida.
Durante el día el Señor Jesús oraba por las personas, las sanaba, las liberaba y la enseñaba, pero en la noche se apartaba para orar por sí mismo.
La Iglesia apoyada por el trabajo y dedicación de estos siete hombres creció mucho, porque el Obrero es aquella persona que su Pastor apoyo para que el desarrolle su ministerio de oración y de la enseñanza de la palabra de Dios.
El Obrero es el que tiene el primer contacto con las personas que están de primera vez en la iglesia, es el responsable de pasar la primera impresión para esta alma nueva, de estar cerca de esta persona le da el privilegio de acompañarla espiritualmente, y es el primer que siente falta de la persona cuando se pierde, y todo eso porque lo que él tiene dentro es muy grande y el tiene que ser compartido, el tiene olor de oveja porque siempre está cerca de una, siempre tiene una buena palabra para aquel que está sufriendo, por eso existen los obreros.
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