En el cielo se abre un sello y en la tierra aparece un jinete. Cada vez que se abre un sello en el cielo, en la tierra comienza una tragedia. Al abrirse el primero sello y al aparecer el primer jinete de Apocalipsis, comienza el temido periodo de tiempo conocido como la tribulación. Este lapso de siete años de historia futura, descrito en los capítulos 6:1-19.21 de Apocalipsis, será el tiempo más oscuro que jamás se conoció. La tribulación es uno de los periodos más importantes del trato de Dios con la humanidad y ocupa un lugar muy prominente en su plan profético. Se le dedica más espacio a este pequeño periodo de siete años que a cualquier otro lapso similar en la Biblia. Se menciona más de cincuenta veces en el Antiguo Testamento con expresiones como: “gran calamidad, el día de la ira, el día de la ira del Señor, la angustia de Jacob, el día de la venganza de nuestro Dios, tiempo de prueba y el día del Señor. En todos los casos se refiere a la nación de Israel.
En el Nuevo Testamento existen más de una docena de referencias a este periodo, la que más se conoce, y la que el nombre oficial es la declaración del Señor Jesús cuando habla de la “tribulación” en su discurso en el monte de los olivos (Mateo 24:21). Refiriéndose a la segunda mitad de este periodo de siete años, tiempo de, angustia como el mundo nunca conoció, ni habrá jamás, la Biblia Reina-Valera lo traduce correctamente como un tiempo de “gran tribulación”, como no la ha habido, en toda la historia. Escapar de este periodo mediante el arrebatamiento previo a la tribulación es una de las razones por las cuales a este suceso se le llama “la bendita esperanza”.