domingo, 22 de septiembre de 2013
La importancia de saber decir "no"
El vigilante de un pequeño pueblo tenía la función de mantener viva la luz del faro.
Para eso, debería suministrarle aceite de día y de noche.
Era un trabajo de mucha responsabilidad porque el faro guiaba los navíos que pasaban por lugares estrechos, peligrosos y llenos de piedras.
Junto al faro, había una pequeña aldea y, constantemente un residente de allí venía hasta el vigilante a pedirle un poco de aceite para sus lámparas.
El vigilante, hombre muy amable, nunca le dijo “no".
Y actuando de esta manera, con el tiempo, el vigilante gastó todo su suministro de aceite del faro y, poco a poco, la luz importante de la torre fue debilitando se, hasta que se apagó por completo.
El vigilante entró en pánico cuando vio ante él, un cuadro que él mismo había ayudado a pintar: un gran navío lleno de hombres acercándose al estrecho, chocó contra las rocas y se hundió.
Su actitud insensata e irresponsable, aunque bien intencionada, terminó provocando la muerte de muchas otras personas inocentes.
Hay momentos en la vida, principalmente para aquellos que hacen la Obra de Dios, sea un Pastor, Auxiliar, obrero, Joven, o Evangelista, que debemos actuar con firmeza y saber cómo decir "no".
Si nos desviamos de nuestras responsabilidades, podremos causar pérdidas en la vida de quienes depositaron confianza en nuestro trabajo.
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