El consejo de Cristo
“He aquí, yo
vengo pronto, retén lo que tienes para que ninguno tome su corona”
(Apoc 3:11).
Jesús quiere que todos los siervos vivan cada día, como
si fuera el de su regreso. Cuando el Señor Jesús venga a buscar su Iglesia, no
habrá ningún tipo de advertencia. Él desafía a los miembros a “retener” la fe
tanto en convicción como en la práctica. Es muy importante que los cristianos
no solo comiencen bien, sino que además terminen bien, como dijo Pablo: “He guardado la fe” (2 Tim
4:7).
El pecado ha ido avanzando poco a poco en la vida de muchos
cristianos, y debido a este pecado, no recibirán la recompensa en el tribunal
de Cristo. El consejo de Jesús a esta Iglesia (Filadelfia), se basa en la
promesa de su segunda venida. Es interesante destacar que el desafío se hace
debido a que la Iglesia de Filadelfia estará
presente al momento de la venida del Señor Jesús, les aconseja que se
aferren a lo que han hecho y que continúen fieles hasta el fin. Esta Iglesia se
caracteriza por un espíritu de avivamiento que promueve o promovía la
evangelización. Hoy día, muchos pastores y o Iglesias ya están preocupados, no
se esmeran en enseñar sobre la venida del Señor
Jesús, y en consecuencia de eso, sus vidas y sus Iglesias se encuentran
muertas. No hay nada que encienda el fuego de la evangelización en el corazón
de una Iglesia como la predicación dinámica del prometido regreso del Señor
Jesucristo.
Por primera vez en siglos, la raza humana no solo se
encuentra filosóficamente vacía, sino que toma conocimiento de este vacío. Las
Iglesias fieles que tienen una enseñanza bíblica y un ministerio de
evangelizador como lo de la Iglesia Universal del Reino de Dios, guían a muchos
a salir de su desierto filosófico y a entrar en la vida abundante que el Señor
Jesús vino a ofrecer a toda la
humanidad.
El
desafío de Cristo
El desafío
de nuestro Señor para los que vencieren (aquellos que nacieron de nuevo), tiene
tres aspectos:
1- “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más
saldrá de allí;” → Las
promesas eternas que se mencionan aquí se ofrecen aquí, se ofrecen a aquellos
que tienen fe en Jesús y viven esta fe. Una columna habla de estabilidad. La
única manera de que el siervo de Dios tenga estabilidad en esta vida, es estar
apoyado en Jesús. Por lo general son rechazados por su fe; sin embargo, en la
vida venidera no se quedaran afuera, sino que en relación a Cristo estarán de
la parte de adentro.
2- “Y escribirá sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad
de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de mi Dios,”
→ Grabar el nombre de Dios es indicativo de que los verdaderos siervos de Dios
se identifican con el Señor Jesús por el sello de su nombre, el nombre de Dios,
que los habilita apara tener entrada a su ciudad. El Señor Jesús promete
preparar una Nueva Jerusalén que descenderá sobre la nueva tierra, como dice en
Apoc 21:9 y 22:6.
3- “Y mi nombre nuevo.” → Los miembros de la Iglesia de
Filadelfia no solo tendrán el nombre de Dios, el cual los habilita para entrar
en la ciudad de Dios, sino que tendrán el nombre de Cristo, que los habilita
para ser “Sus siervos” lo verán cara a cara. Una de las promesas benditas de la
palabra de Dios para sus hijos es que un día veremos a aquél que es el objeto
de nuestro amor, al Señor Jesucristo, a quien adoramos en espíritu y en verdad
mediante la palabra de Dios. Es decir lo veremos cara a cara. Es una
experiencia exclusiva para todos aquellos que han vencido.