Una oportunidad está disponible apenas por un tiempo limitado. ¿Cómo impedir que perdamos la oportunidad que Dios ha preparado para sus Siervos? La Biblia nos habla de un ciego que puso atención a lo que sucedía a su derredor y recobró la vista gracias a un milagro inesperado del Señor Jesús, nosotros también necesitamos ser sensibles a lo que Él está haciendo ahora y aprovechar debidamente su disposición de intervenir a nuestro favor.
Bartimeo era apenas uno de tantos ciegos en Jericó. En aquellos tiempos se creía que toda enfermedad o defecto físico era causado por pecado, ya sea de la persona o de sus padres. Pero el Señor Jesús no despreciaba a los discapacitados sino que veía la oportunidad de que su padre operara milagros en sus vidas. Sin dudas Bartimeo había oído que Jesús había sanado a otros ciegos, por lo que al percibir que estaba cerca, no dudó que podrá hacer lo mismo con él. Él era apenas uno entre “una gran multitud” que acompaña a Jesús, y era difícil atraer su atención. Cuando Bartimeo se dio cuenta de que Jesús se acercaba, se dispuso a entrar en acción. Quiso aprovechar la oportunidad que le surgía en aquel momento y que quizás jamás volvería a presentarle, y no quiso despreciarla.
Así también Dios nos pone en condiciones de ser beneficiados por su presencia y nos da la sensibilidad necesaria para estar atentos a las indicaciones del Espíritu Santo y confiar que Él puede hacer milagros extraordinarios en nuestras vidas.
Continúa….
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