"Digo,
Pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne." Gálatas 5: 16
Sin el
Espíritu Santo es simplemente imposible que nuestra vida sea agradable
delante de Dios, pues gracias a Él tenemos el poder para resistir al
diablo y obedecer la voz de Dios. Es Él quien nos ayuda a interpretar la Biblia
y nos capacita para tener comunión con nuestro Señor, sin Él nadie puede tener
una vida fructífera.
El apóstol
Pablo sabía bien lo que significaba depender del Espíritu Santo, porque a cada
instante de su vida dependía de Él Para dirigir su vida y ministerio, aun
que somos nuevas criaturas, los deseos de la carne siguen estando presentes en
cada uno de nosotros, es decir, nuestras tendencias a pecar o rebelarnos contra
la voluntad de Dios.
Al andar en
el Espíritu usted y yo tendremos poder para vencer esas tendencias y disfrutar
en plenitud la vida de un verdadero Siervo de Dios, debemos vivir no apenas
hoy, o quizá mañana, sino cada momento , dependiendo del Espíritu Santo, siendo
sensibles a su voz para dirigirnos y para obedezcamos sus indicaciones. Es
decir vivir como agrada a Dios, pues vivir en sumisión al Espíritu Santo es
compartir su labor, ya que su propósito principal es vivir en cada uno de
nosotros la vida del Señor Jesús.
El Espíritu
Santo conoce todas las cosas, incluyendo el futuro, y sus indicaciones siempre
servirán para beneficiarnos.
¿Quiere
usted vivir con verdadera paz, alegría, gozo? ¿Desea tener el
poder necesario para vencer las tentaciones o perseverar en medio de las
luchas? La respuesta está en su entrega total y obediencia al Espíritu
Santo. Tenga sus pensamientos en las cosas de Dios y confíe en el poder del
Espíritu Santo que mora en usted, para dirigirlo(a) y capacitarlo(a)
a fin de obedecer su voz. No olvide que si permanecemos sensibles a estas
indicaciones, dependemos y obedecemos totalmente a Él, disfrutaremos de lo
mejor de la vida que Él desea que tengamos.
Piense en
esto y que Dios le bendiga
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